Las enfermedades funcionales del aparato digestivo son afecciones que afectan el funcionamiento del sistema digestivo sin que haya daño estructural visible en el intestino u otros órganos. Estas enfermedades, también llamadas trastornos funcionales gastrointestinales (TGIF), pueden causar una variedad de síntomas, como dolor abdominal, problemas de tránsito intestinal (estreñimiento o diarrea), distensión abdominal, náuseas y vómitos, entre otros. 

​

Algunas enfermedades funcionales digestivas comunes incluyen:

Síndrome del intestino irritable (SII):
Se caracteriza por dolor abdominal, cambios en el ritmo intestinal (estreñimiento o diarrea) y otros síntomas como distensión abdominal, gases y fatiga. 
Dispepsia funcional:
Dolor o malestar en la parte superior del abdomen, generalmente asociado a la ingesta de alimentos, sin que haya una causa estructural identificable. 
Trastornos de la motilidad esofágica:
Afectan la capacidad del esófago para contraerse y transportar los alimentos hacia el estómago, como la acalasia o el espasmo esofágico difuso. 
Diarrea funcional:
Se caracteriza por evacuaciones frecuentes y líquidas sin que haya una causa orgánica, como una infección o enfermedad inflamatoria. 
Estrés-ansiedad y Trastornos Funcionales Digestivos:
El estrés y la ansiedad pueden influir en el funcionamiento del sistema digestivo y provocar síntomas como dolor abdominal, gases y problemas de tránsito. 

Factores que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades funcionales digestivas:

Estrés y ansiedad:
El estrés emocional puede alterar la función gastrointestinal. 
Dieta:
La dieta puede influir en la función digestiva y en la aparición de síntomas, especialmente si es baja en fibra o alta en alimentos procesados. 
Hábitos intestinales:
Ignorar las señales de evacuación o aguantarse las ganas de ir al baño puede afectar el funcionamiento del intestino. 
Medicamentos:
Algunos medicamentos pueden causar efectos secundarios que afectan el sistema digestivo. 
Factores genéticos:
Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar trastornos funcionales digestivos. 
El manejo de las enfermedades funcionales digestivas generalmente se enfoca en:
Cambios en la dieta:
Aumentar el consumo de fibra, evitar alimentos que causen molestias y beber suficiente agua. 
Cambios en el estilo de vida:
Hacer ejercicio regularmente, reducir el estrés y tener buenos hábitos de sueño. 
Tratamiento farmacológico:
En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para aliviar los síntomas, como antiácidos, relajantes musculares o antidepresivos. 
Tratamientos psicológicos:
La terapia cognitivo-conductual o la terapia de relajación pueden ser útiles para manejar el estrés y la ansiedad que pueden estar relacionados con los síntomas.

​

Reserva tu consulta ya  al  3054395003 o en el link de WhatsApp, de esta pagina y siente la confianza de un profesional etico y especializado en tu salud digestiva, el Doctor Alberto Angel.